El riocuartense, que no jugaba desde el 21 de abril de 2014, le hizo un inolvidable regalo a sus hijos: “En las canchas que han ido no se vive así el fútbol. Yo quería que vivan esto desde adentro”.
“Sentí todas sensaciones lindas. Es difícil dejar de jugar porque extrañás todas estas cosas”, expresó con la tranquilidad que lo caracterizó en su exitosa carrera.
Fútbol
En el triunfo 2-0 ante Rosario Central, “el Payasito” usó la camiseta 35, un guiño a su edad, los títulos del club y al número que usó al llegar al Valencia, donde la dejó chiquita.
Sobre su futuro, aclaró que está en River para jugar y divertirse: “Soy consciente de la vida que he llevado, de que esto algún día termina y por eso intento disfrutarlo todos los días”.