La semana pasada los jugadores argentinos del club Sevilla fueron noticia por romper el aislamiento obligatorio en España. El cordobés Franco Vázquez, Ever Banega y Lucas Ocampos se juntaron a comer un asado junto a sus parejas y un grupo de amigos.
Los jugadores subieron las fotos a redes sociales, se viralizaron y provocaron un escándalo. Los hinchas del club los criticaron y los directivos del club anticiparon una sanción ejemplar por romper el aislamiento. Desde la Liga Española de Fútbol anticiparon que estudiarían si correspondía a ellos imponer también una pena.
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Después de conocida la noticia, los jugadores pidieron disculpas en redes sociales y se mostraron arrepentidos por lo sucedido. Al día siguiente se presentaron en el club, pero debieron entrenarse apartados del grupo como medida preventiva.
Siete días después llegó el alivio para futbolistas implicados. Luego del escándalo, el club les realizó tests de coronavirus y todos dieron negativo.
"Gracias a Dios no ha ocurrido nada; ellos han pedido perdón. Creo que eso es lo verdaderamente importante, que ya están incorporados y que, desde luego, no lo cometerán más, ni ellos ni otros, porque saben lo que nos estamos jugando" aseguró el presidente de Sevilla, José Castro.
El dirigente confirmó que no habrá ningún tipo de sanción por parte de la Liga no está incluido dentro del protocolo, no descartó que lo jugadores tengan que afrontar alguna medida disciplinaria interna.