A la historia la escriben los grandes, y los muchachos de la selección argentina de vóley regalaron uno de los capítulos más honorables que se recuerden. Con mucho pero mucho huevo -aunque no sea lo más correcto, describirlo de otra manera sería injusto-, derrotaron a Brasil por 3-2 y se colgaron el oro en el pecho tras 20 años.
En el cuarto set, el panorama era complicado ante la jerarquía brasilera, que ganaba 2-1 y lideraba cómodo. Sin embargo, Argentina tiró a la cancha el corazón para hacer valer un plantel que tiene presente y futuro. Dando vuelta la historia, se llevó el parcial por 25-23 tras un enorme bloqueo de Zornetta y obligó al tie break.
El quinto fue demoledor. La mentalidad ganadora -sello del histórico DT Julio Velasco-, la garra y la calidad del plantel sacaron de la cancha al clásico rival. El contundente 15-8 fue un paso directo a la gloria y a la emoción de millones de argentinos que se prendieron como nunca a la TV. Sí señores: ¡Brasil, decime qué se siente!
FILARDI, UN PAPÁ DORADO
El capitán Javier Filardi, que se perdió el nacimiento de su hija hace dos días, tuvo su merecido premio al esfuerzo y la dedicación. Con 35 años, el cordobés ganó la segunda medalla con la selección en 30 días, ya que llegaba con el bronce en el Final Four de la Liga Mundial.
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