Poco menos de cuatro minutos le bastaron a Claudio Tapia para dar explicaciones sobre un escándalo internacional que no para de crecer. Tras la suspensión del amistoso entre la Selección Argentina e Israel en Jerusalén, el presidente de AFA justificó la decisión y pidió disculpas.
Entre los pedidos de perdón, incluyó a "todos los argentinos que viven en la comunidad israelí, a todos los israelíes que sacaron las entradas y a los chicos que iban a ser parte de las acciones que se iban a realizar como un aporte para la paz".
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"Lo vivido en las últimas 72 horas, las acciones, las amenazas, nos han llevado a tomar la decisión de no viajar. Mi responsabilidad es la de bregar por la salud y la integridad física de toda la delegación y en mi función tomé esta decisión", argumentó, y se defendió ante las acusaciones: "Los que piensan que somos ignorantes creo que nos subestiman, estamos ante una realidad que lleva 70 años".
Por último, Tapia dejó una frase que sorprendió a propios y extraños: "No es nada contra la comunidad israelí, la comunidad judía, al contrario. Me gustaría que a partir de este momento se tome esta decisión que lleve adelante como un aporte para la paz mundial".