Ángel Di María es parte de la camada de jugadores que llevan una década en la Selección Argentina, que llegaron a tres finales (un Mundial y dos Copa América) y que fueron muy criticados por no ganarlas. Pero también se destaca en el fútbol internacional, es uno de los mejores socios futbolísticos de Lionel Messi y en él también se sustentan las esperanzas para el Mundial de Rusia.
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En una entrevista con el diario La Nación, el rosarino reconoció que muchas veces se le cruzó por la cabeza "renunciar" a la Selección por las críticas que recibió, especialmente por la lesión que lo dejó afuera de la final del mundial pasado. "La final de Brasil que no jugué todavía me persigue. Pasará a la historia si la puedo jugar en Rusia, y además ganarla. Sería la única manera de olvidar esa final en el Maracaná. Todo el mundo me criticó. Si hubiésemos salido campeones, nadie hubiese dicho nada. Pero perdimos y me cayeron insinuando que me había borrado. El partido que no jugué es el que más me duele de mi carrera", señaló.
"La terapia pero me ha ayudado mucho. En un momento decidí comenzar por todas las críticas que recibía; sentía que estando en la selección no era el mismo que estaba en el club. Me lesionaba y psicológicamente me mataba pensar que ya no me daba para la selección. Necesitaba descargar para volver a estar bien. Lograr la clasificación me ayudó también, me trajo alivio. Antes la estaba pasando mal, pero muy mal", explicó el volante del PSG francés.
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"Hicimos historia, pero no pudimos ser leyenda", remarcó Di María respecto a las tres tres finales perdidas. "Ojalá que en algún momento sea reconocido este proceso. Hay mucha gente que opina, y tiene todo el derecho a decir lo que prefiera. Pero llegamos a tres finales, y en las tres tuvimos mala suerte. Y eso es lo que más me duele, estuvimos tan cerca ser recordados en la Argentina para toda la vida. pero nos quedamos ahí, en la puerta. Ojalá este Mundial nos de la oportunidad de terminar de abrir la puerta", comentó.
Respecto al próximo Mundial, el Fideo dijo que "superar lo que hicimos en 2014 será muy difícil, hemos dejado la vara muy alta. Hemos llegado a una final, y eso no lo logra cualquiera". Además, manifestó la disyuntiva entre querer llegar de la mejor manera, pero al mismo tiempo tener miedo a las lesiones. "Por un lado querés jugar todos los partidos con tu club, y por otro lado se te vienen imágenes del Mundial, ya querés estar ahí y rogás que no te pase nada", señaló.
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El ex Rosario Central también coincidió con Javier Mascherano en que Rusia podría ser el final de su carrera en la Selección, aunque dejó una puerta abierta. "Para poder seguir, tendría que pasar lo que toda la Argentina está esperando, y si no pasa, creo que una generación va a dar un paso al costado. Somos nosotros los primeros que queremos levantar una copa con la selección mayor. La ilusión es tan grande que por eso seguimos, por eso volvió Leo", reflexionó.
Sobre cómo ayudar a Messi adentro de la cancha, Di María explicó que "siempre hay que darle una opción de pase, tratar de estar cerca suyo. Como vemos que ocurre en Barcelona". "Hay que tratar de dársela cerca del área o de tres cuartos de cancha hacia adelante, porque ahí aparece su mejor versión. No tengo mucho más para decir, es muy fácil. Nosotros tenemos que conseguir que Leo esté cómodo, pero con nuestro perfil", expresó.
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Por último, Di María desmintió que los históricos le armen los equipos a los técnicos. "¡Cómo nos reímos con ese asunto! Si fuese así, Éver (Banega) no se hubiese perdido el Mundial de Brasil. Y a mí me dolió muchísimo que no fuera, y a Leo le dolió muchísimo también. Si fuésemos los amigos de Leo, o es Leo el que arma todo, Éver no se perdía el Mundial de Brasil. Y el Kun (Agüero) hubiese estado desde la primera convocatoria de Sampaoli y el Pipa (Higuain) no se hubiese perdido ningún llamado, y el Pocho (Lavezzi) estaría con nosotros, y Masche no iría al banco, pero no, todos hacen la fácil y eso nadie lo ve", comentó.