Ni Messi, ni Suárez, ni Neymar. El trío mágico del Barcelona no pudo hacer nada contra el Real Madrid de Cristiano Ronaldo en un clásico picante que tuvo en vilo al fútbol mundial.
A los 11 minutos del segundo tiempo, Gerard Piqué conectó de cabeza para abrir el marcador para el local. Justamente, en la jugada previa, la Pulga tuvo su chance más clara de llegar al gol 500 de su carrera, pero Keylor Navas le sacó un zurdazo delicioso al ángulo.
Sin embargo, la alegría le duró poco al Barcelona ya que, 7 minutos después, el francés Karim Benzema metió una tijera para empatar el partido.
Después del empate, llegó el mejor momento del visitante. El árbitro le anuló un gol al galés Bale (por supuesta falta) y Cristiano Ronaldo metió un disparo en el travesaño. Cuando parecía que resucitaba el Barcelona por la expulsión de Sergio Ramos, el portugués marcó el segundo para enmudecer al estadio.
Antes de comenzar el partido, todo el Camp Nou le rindió homenaje al gran ídolo del Barcelona, el holandés Johan Cruyff, fallecido el pasado 26 de marzo. Las tribunas se vistieron con los colores azul y rojo y la camiseta 14 del ex jugador y técnico se destacó ante la ovación de la multitud.