La influencia de Carlos Salvador Bilardo en el fútbol argentino les dio mayor importancia aún a las cábalas, los componentes supersticiosos por excelencia. Algunos las denominan "costumbres" , otros "rituales", y están presentes en todos los equipos amateurs y profesionales del país.
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Como no podía ser de otra manera, la Selección Argentina también tiene su propia cábala, protagonizada por Rodrigo De Paul, el Papu Gómez y Leandro Paredes. Antes de cada partido, los tres "soldados" de la Scaloneta salen a hacer el reconocimiento de la cancha.
Parados en el círculo central, se los puede ver comiendo caramelos de una marca particular, mientras charlan entre ellos y miran cómo los hinchas van copando las tribunas del estadio de ocasión. Este ritual se repite desde la Copa América de 2021 en Brasil.
Por iniciativa del Dibu Martínez, las golosinas entraron a la concentración de la Scaloneta durante la competición que coronó a Messi y compañía en el Maracaná. Lo que empezó como un simple antojo en tiempos de protocolos y restricciones sanitarias por Covid siguió como un precepto ineludible.
De Paul, Gómez y Paredes "tomaron prestados" los caramelos e implementaron la cábala desde la goleada por 3 a 0 ante Ecuador en cuartos de final. La "costumbre" mantuvo su invicto hasta la derrota ante Arabia Saudita, pero el trinomio cabulero no dejó de ponerla en práctica.
Con las victorias ante México, Polonia y Australia, la Selección ganó en confianza y en rodaje futbolístico, por lo que la cábala de los caramelos promete seguir prendida hasta las últimas consecuencias (una vez más, anulamos mufa).