El escándalo se destapó entre 2018 y 2019. Martín Bustos, quien en ese momento se desempeñaba como árbitro de fútbol, se hacía pasar como masajista para abusar a menores.
Por una investigación en Rosario, Bustos fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional. El juez Román Lanzón lo declaró culpable de grooming contra jugadores de las inferiores de Newell's.
A su vez afronta una acusación más grave por episodios denunciados hace cinco años en Independiente de Avellaneda. Por esa causa se encuentra imputado con otros cinco sospechosos por promoción a la prostitución agravada por tratarse de menores y corrupción de menores.
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En el caso investigado en Rosario, la fiscal Luciana Vallarella acusó a Bustos de ponerse en contacto con los menores de Newell's a través de WhatsApp. La funcionaria sostuvo que el árbitro les ofrecía masajes a bajo precio con el fin de lesionar la integridad sexual de los jóvenes.
Vallarella señaló que el imputado utilizó un nombre falso y les sugería a los jugadores que dijeran que tenían el cumpleaños de una amiga si en el club les consultaban hacia dónde salían.
Luego de acordar una cita, los menores llegaron al domicilio donde estaba Bustos pero lo hicieron acompañados por Policías de Investigaciones de Santa Fe. Durante el operativo del 7 de junio de 2019 el acusado quedó detenido.
Bustos ya estaba procesado en ese momento por la situación denunciada en Independiente, sin embargo la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora le había otorgado la libertad, medida que se repitió en noviembre de 2019.