“Estoy feliz porque el chico pudo terminar el partido”. Esas fueron las palabras con las que el árbitro entrerriano Mario Benítez describió sus sentimientos tras el gran gesto que tuvo el sábado pasado en un partido por la liga regional de Federación, Entre Ríos.
Ocurrió durante el encuentro de inferiores –quinta división- entre el club Asociación Vecinal y Almirante Brown. El referí vio que Thiago Aquino, de 14 años, tenía sus botines tan rotos que tuvo que envolverlos con cinta aisladora para poder saltar al campo de juego.
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El niño no podía correr ni parar o patear la pelota con comodidad y Benítez no lo dudó ni un segundo: se sacó sus botines y se los dio para que pueda jugar. El momento fue registrado por una cámara y se hizo viral.
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En diálogo con Arriba Córdoba, el árbitro contó que siempre intenta ayudar a los chicos y que trata de "ser un padre dentro de la cancha”. Para continuar dirigiendo tuvo que buscar sus zapatillas en el vestuario. Además de su profesión en el fútbol, Benítez trabaja en un aserradero.
Fútbol y solidaridad
La conmovedora situación se dio en un marco de gran vulnerabilidad en ese municipio de Entre Ríos. Según le explicó a ElDoce.tv el presidente Ramón Briozzi, el club Asociación Vecinal ex Emplazamiento se formó en 1998 y siempre estuvo vinculado a las familias más humildes.
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“No tenemos sede. Entrenamos en un baldío y los fines de semana, cuando nos toca jugar de local, alquilamos cancha. Hacemos rifas y juntamos dinero como podemos, pero esta vez no pudimos comprar botines nuevos a nuestros jugadores”, relató con algo de angustia y apremiado por un contexto económico que tampoco los ayuda.
Briozzi contó que Thiago juega desde los 6 años en el club y que buscan que los niños “estudien y se formen como buenas personas”, más allá del rendimiento deportivo.