El martes 27 de octubre de 2015 quedará en la memoria para siempre de los hinchas de Talleres. Después de años de sufrimiento, lograron salir del terrible Torneo Federal A. En Formosa, el equipo le ganaba a Sol de América y celebraba con tres mil simpatizantes que viajaron.
Mientras tanto, en Córdoba se sufría y se vivía el partido como una verdadera final. En la casa, en el trabajo, en los bares o en las calles, los albiazules estaban prendidos al tele o a la radio. El gol de Ramis desató la euforia y el pitazo final, la locura. Bocinazos y bombas de estruendo se escuchaban en distintos puntos de la ciudad. Y de a poco, todos se juntaban en el centro, hasta que la esquina del Patio Olmos se llenó de gente.
Después, llegó la gran noticia. El plantel albiazul viene en avión y abrirán las puertas del Estadio Kempes para que los hinchas puedan recibir a los jugadores como se merecen. Hacia allí se dirigieron miles de tallarines. No importaba que hubiera que levantarse temprano para ir a trabajar o al colegio. Valía la pena. Y cerca de la medianoche, llegaron los héroes albiazules. Entraron, pisaron el césped, fueron ovacionados, dieron la vuelta olímpica y cantaron con la gente. Se lo dedicaron a lo primos celestes y se juraron "nunca más volver".
Después, todos hablaron con El Doce. Futbolistas, el técnico Frank Kudelka y el presidente Andrés Fassi. Compartimos las notas.