Esta noche, la Selección Argentina jugará un partido amistoso contra Bolivia en Houston. Al parecer, la firma del contrato para la realización del encuentro la firmó en la cárcel, el entonces presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez.
Así lo declaró a la BBC de Londres, el tesorero de la entidad, Walter Zuleta. El dirigente dijo que el 4 de agosto, Chavez puso el gancho desde la prisión de Santa Cruz de la Sierra, donde está alojado por el escándalo de corrupción y sobornos de la FIFA. Unas semanas después, el 25 de agosto, fue destituído de su cargo en la Federación.
El amistoso fue organizado por Torneos y Competencias y Full Play, empresas cuyos directivos Eugenio Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis, también están involucrados en el escándalo que salpicó a la entidad mayor del fútbol mundial. Burzaco está detenido en Italia y los Jinkis consiguieron la libertad bajo fianza después de estar dos meses arrestados en Argentina.
Según el diario El Pais, de España, 13 países, entre ellos Brasil, Honduras y otros de Europa, África y Asia, rechazaron jugar el amistoso contra Argentina para evitar quedar pegados a las compañías sospechadas de corrupción. El periódico español también señala que la AFA bajó su tarifa de un millón de dólares a 450.000 para conseguir un rival, logrando la aceptación de Bolivia.
Respecto a lo futbolístico, Martino pondrá en la cancha a mayoría se suplentes salvo el arquero Sergio Romero. En la defensa estarán Milton Casco, Gonzalo Rodríguez, Ramiro Funes Mori y Emmanuel Mas; en el medio Roberto Pereyra, Matías Kranevitter y Erik Lamela; y en la delantera Ezequiel Lavezzi, Sergio Agüero y Nicolás Gaitán. Días después, Argentina jugará otro amistoso con México y allí estarían desde el inicio Lionel Messi y Carlos Tevez.