La esposa de Dani Alves compartió con sus seguidores el fin de su historia de amor. Joana Sanz confirmó su separación del futbolista brasilero, quien está preso hace casi dos meses tras ser acusado de una agresión sexual contra una joven de 23 años en Barcelona.
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La despedida la hizo pública a través de sus redes sociales con una carta de puño letra: “Desde pequeña escribo mis sentimientos para expresarme, supongo que por ser hija única. Sea por lo que sea, me hace bien”.
Aunque confesó que le encantaría que las líneas sean de “amor y felicidad”, lamentó que no sea así. “Han sido meses horribles, no los más duros de mi vida, porque he enfrentado muchas tormentas, pero sí que muy oscuras y dolorosas”, siguió.
Y recordó con dolor: “La sensación de abandono y soledad vuelve a tocar mi puerta. Miles de ‘por qué’ sin respuesta. Elegí como compañero de vida a una persona que ante mis ojos era perfecto. Siempre estuvo cuando más lo necesitaba. Siempre me apoyó en todo, siempre me impulsó a crecer, siempre cariñoso y atento”.
La modelo admitió que le cuesta aceptar que esa persona que describió con tanto amor pudiera “romperla en mil pedazos” y que le va a costar años olvidar “su forma de mirarla”, como si fuera “lo más increíble".
“Soy increíble porque soy trabajadora, independiente, inteligente, detallista, cariñosa, divertida, fiel. Humana”, expresó con seguridad, a lo que luego anunció firme: “Tan humana que a pesar del daño que me ha causado sigo estando aquí a su lado y lo seguiré estado, pero de otra forma. Lo amo y lo amaré siempre”.
Para cerrar, aclaró que perdonó a Alves para sentirse más "liviana" y se quedó con "lo mágico ", pero que decidió cerrar definitivamente una etapa de su vida que comenzó el 18 de mayo de 2015.