"Yo no quería ser gay, le pedí a mi doctor que me castrara químicamente". La fuerte declaración pertenece al galés Nigel Owens, el encargado de arbitrar la final de la Copa del Mundo de Rugby 2015.
En diálogo con la BBC de Londres, afirmó que comprender y aceptar su inclinación sexual casi lo lleva a la muerte desde que la anunció en el 2007. Tal era el sufrimiento, que llegó a ingerir whisky con remedios para suicidarse y también padeció de bulimia.
"Si no estás contento con lo que eres, no te convertirás en la mejor versión de ti mismo ni destacarás en lo que haces", destacó Owens.
"Arbitrar una final de la Copa del mundo entre Australia y Nueva Zelanda, ante 85.000 personas en el estadio y millones de telespectadores, te mete muchísima presión. Pero, a pesar de eso, no es nada comparado con el hecho de aceptarme a mí mismo, tal como soy", destacó el hombre de 45 años.
"Conseguir que aceptara lo que era me salvó la vida", continuó el árbitro, y cerró con una reflexión: "Si no estás contento con lo que eres, no te convertirás en la mejor versión de ti mismo ni destacarás en lo que haces. No apreciarás la vida".