La maldición de la promesa incumplida a la Virgen de Tilcara y los hechizos de la final del mundial de Brasil son parte del pasado. Según este curioso personaje que acompañó a la delegación de la AFA a Ecuador, los goles no entraban por esta razón.
Creer o reventar, hizo los pases mágicos, el arco rival se abrió y Messi embocó tres veces. Antes, el hombre caminó la cancha del Estadio Atahualpa y entró al vestuario argentino. Hizo sus cosas, rezó y “desató” los conjuros y maleficios. "Esto venía de una promesa quebrada por la Selección hace muchos años y también que Brasil le dio duro para que no salga campeón contra Alemania".
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Confesó que se siente aún shockeado por haber participado en la gesta deportiva. "Nunca soñé esto. Todavía no puedo despertar del sueño", y adelantó su deceso de acompañar a la albiceleste al próximo Mundial.
Por ahora, Manuel regresó a l local del barrio Gorina de La Plata donde atiende a 800 o 900 personas por día. Le llevan sus males, penas y desgracias por enfermedad, tristeza o depresión. Le preguntaron si Argentina ahora podrá ser el campeón y respondió: “Son los mejores jugadores del mundo, depende de ellos”.