Después de celebrar el agónico gol de Ramiro Gómez contra Atlético Paraná, el hincha albirrojo mostró hasta dónde llega la pasión por una camiseta.
Con un gesto enorme de entrega y pasión, el hombre albirrojo le regaló al fútbol una de las imágenes más conmovedoras que puede dar una tribuna.
En su mundo no hay barras bravas, no hay violentos, apretadores, ni traficantes. En su mundo todo es blanco y rojo, pero también puede ser negro, azul, celeste o amarillo. Es del color que sólo él se puede imaginar.
Es un festejo multicolor celebrado por todos los que aman de verdad a este hermoso juego. VIDEO.
