Diego Serpentini ama el fútbol y lo juega desde chico en el club Everton de la ciudad de La Plata. Aunque ya está en edad de jugar en cancha grande, no podía hacerlo debido a que sufre acondroplasia, una enfermedad genética que produce enanismo.
Como la diferencia física con los chicos de su categoría (2002) era un riesgo para él, el club consiguió un permiso especial para que siguiera jugando al fútbol infantil con la categoría 2005 en cancha de siete jugadores.
"Su trastorno, acondroplasia, no le permite jugar en su categoría pero gracias a un acuerdo entre clubes puede hacerlo en otras", señala el sitio web de la institución a la que pertenece.
Sin embargo, el pasado fin de semana, Dieguito cumplió el sueño de jugar en cancha de 11. Participó del partido de la Prenovena (categoría 2004) contra Circulo Cultural Tolosano por la Liga Amateur Platense. El chico entró en el segundo tiempo y fue ovacionado por todos los presentes. Al final, su equipo ganó 2 a 1.
La acondroplasia se presenta en uno de cada 25.000 niños. El enanismo se manifiesta en el acortamiento de los huesos largos pero con mantenimiento de la longitud de la columna vertebral.