Emiliano Sordi hizo historia en las artes marciales mixtas. Con su victoria por nocaut ante Jordan Johnson se convirtió en el primer latino de habla hispana en ganar un título de MMA: en Nueva York, se consagró campeón de la Professional Fighters League (PFL) y ganó un premio de US$ 1.000.000.
Tiene 28 años y nació en Río Cuarto. Pero lo ocurrido el 31 de diciembre en el mítico Madison Square Garden fue la coronación de una vida plagada de esfuerzo y de pelear contra las dificultades que implica una disciplina de este tipo para un argentino.
“A las primeras peleas mi mamá las veía llorando”.
“Quienes piensan que esto no es un deporte lo dicen por desinformación e ignorancia. En Argentina tenemos metido en la cabeza que los boxeadores y peleadores son violentos. Pero nosotros somos atletas de alto rendimiento”, declaró con firmeza el campeón mundial en diálogo con Arriba Córdoba. VIDEO:
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Para poder vivir de este deporte tuvo que apostar a irse a EE.UU. desde muy joven para tener posibilidades. Hoy es profesional, pero se niega a dejar su país natal: vive seis meses en cada lado, a pesar de que tiene la posibilidad de residir y entrenar todo el año en Norteamérica. “No puedo dejar Argentina, me gusta demasiado”, confesó.
Sordi también contó que, aunque jugaba al fútbol, descubrió su pasión cuando comenzó kick-boxing con sus amigos del barrio. Ellos dejaron de ir a las pocas semanas, pero él nunca paró de entrenar.
Sin embargo, su primera lucha fue familiar: su madre no quería que practicara este tipo de disciplinas. “Cualquier madre no quiere que a su hijo le peguen. Mi mamá no quería para nada que yo haga esto. Mi papá más o menos, porque le gustaba el boxeo. A las primeras peleas mi mamá las veía llorando”, relató sobre su difícil comienzo, pocas horas después de conseguir el mayor éxito de su carrera.
El “He-Man cordobés”, como fue apodado, aseguró que planea continuar algunos años más en la categoría semipesado, en la cual con sus 1,91 metros tiene que llegar a los 93 kilos en la balanza antes de cada pelea, por más que su peso habitual oscile en los 110 KG. Luego, su objetivo es "disfrutar de la vida".
“Al millón de dólares a Argentina no lo llevo”.
¿Qué hará con el millón de dólares que ganó? “Lo único seguro es que la plata a Argentina no la llevo”, respondió sin dudar, en un tono divertido pero serio. Mientras se reía por la cantidad de fans preocupados por el porcentaje que debería pagar en impuestos si trajera el dinero al país, reveló que su idea es realizar una inversión inmobiliaria junto a algunos compañeros de su gimnasio en Estados Unidos.