Francia campeón en Rusia 2018. Con un gran Mundial de principio a fin, los Galos suman la segunda estrella en la historia, 20 años después del hito en 1998.
Con un plantel joven, rápido y con Kylian Mbappé, de solo 19 años, como la gran figura, venció por 4-2 a Croacia en la gran final jugada en el estadio Luzhnikí.
Cuando el partido era parejo y Croacia manejaba la pelota, llegó el primer golpe del partido. A los 18 minutos, Antoine Griezmann metió un centro frontal al área desde un tiro libre y Mandukic, en contra, la metió en su propio arco. Fue el 1-0 de Francia y el quiebre del partido.
A partir de ahí, se jugó con mucha intensidad y se hizo de ida y vuelta. Diez minutos después, a los 28 del PT, Ivan Perisic apareció con un golazo. Enganchó en la puerta del área y de zurda puso el 1-1 que ilusionó a toda Croacia.
A los 33 minutos llegó una jugada clave y con Néstor Pitana como protagonista: tras un tiro de esquina, la pelota dio en la mano de Perisic, y tras consultar con el VAR, el árbitro decidió cobrar penal. Griezmann no perdonó y puso el 2-1 para Francia, que empezaba a acariciar la copa.
En el segundo tiempo los Galos fueron letales: Paul Pogba a los 58 minutos, puso el 3-1 tras otra buena contra de los franceses. La jugada se ensució tras un rebote, pero el mediocampista puso toda su calidad para acomodarla de zurda al lado de un palo.
Cinco minutos después llegaría el golpe letal: Kylian Mbappé recibió fuera del área, vio el espacio y remató fuerte a un palo. Un golazo para poner el 4 a 1.
Si bien Croacia siguió intentando, se notó el desgaste físico. Por más que a los 69 minutos Mandzukic logró descontar y poner el resultado 2-4 tras un increíble blooper del arquero Lloris. Pero el resultado sería definitivo.
Francia, que eliminó a Argentina en octavos de final, fue campeón ganando seis de los siete partidos que disputó: solo empató ante Dinamarca 0-0 en la última fecha de su grupo C, cuando ya tenía la clasificación asegurada.