Después de horas de preocupación por el paradero de Brian Fernández, delantero de Colón, la familia del futbolista aclaró que no está desaparecido. Así lo confirmaron a Clarín la esposa del atacante, Araceli Fessia, y su representante, Christian Bragarnik. Afirmaron que estaba durmiendo en la casa de su tío.
Pasadas las 23 del lunes, la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe dio con el paradero del ex-Racing de Avellaneda. Ratificando los dichos de sus parientes, se encontraba en lo de su tío desde el jueves 16.
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Además, desde el entorno del jugador manifestaron que el auto BMW destrozado que apareció en la esquina de avenida Peñaloza y Doldán no le pertenece. Reconocieron que sí lo usaba en el último tiempo, pero explicaron que es propiedad de una mujer.
Por su parte, la madre de Brian, Rosana Villagra, ratificó que su hijo "está bien". "El grupo de profesionales está al tanto de su situación. El auto no estaba abandonado, estaba ahí. Brian lo estaba usando, pero no es suyo, se quedó sin nafta, quedó ahí varado y no lo queríamos poner en condiciones para que no lo siga usando", aseguró.
Y agregó: "Es muy largo de explicar y difícil de entender, pero está bien y tiene un grupo de profesionales con él que está a disposición de nosotros. La familia ya estaba al tanto de que el auto estaba ahí".
Una dura historia
Brian Fernández nació en el seno de una familia humilde de Santa Fe capital. Tiene nueve hermanos, de los cuales cuatro son futbolistas: Leandro juega en Universidad de Chile, Nicolás, alias "Uvita", en Defensa y Justicia, Tomás está en las inferiores del Halcón de Florencio Varela y Juan Cruz en Douglas Haig de Pergamino.
Cabe destacar que los dos últimos llevan el apellido de la madre, es decir, Villagra.
Lamentablemente, en 2012, Brian sufrió la pérdida de su hermano David, que se pegó un tiro después de sufrir un grave accidente en moto.
En 2015, cuando estaba en Racing de Avellaneda, se conoció su problema de adicción a las drogas. Fue suspendido tras un control que dio positivo de cocaína. Estuvo un año y medio sin jugar y pasó por el fútbol francés, chileno y mexicano. De ahí fue a Portland Timbers de Estados Unidos, pero sus inconductas reaparecieron.
En 2020 se sumó a Colón de Santa Fe. Fue cedido a Ferro, donde la "rompió", pero faltó a los entrenamientos en el tramo final del campeonato y recaló en Deportivo Madryn. En el club del sur tuvo una recaída y fue internado en una clínica para tratar su problema.
Volvió al equipo de Caballito y en octubre pasado quedó hospitalizado por un cuadro de brote psicótico. Regresó al Sabalero y Néstor Gorosito le dio una nueva oportunidad tras asumir como entrenador, pero le bajó el pulgar tras ausentarse a las prácticas.