Un hecho realmente insólito y pocas veces visto ocurrió en un amistoso de entre dos equipos del ascenso del fútbol argentino. Se enfrentaban Ferro, que se prepara para arrancar la Primera Nacional el próximo fin de semana, contra Colegiales, que milita en la Primera B Metropolitana.
El partido no pareció una práctica y se jugó como si fuese por los puntos. Hubo poco juego, muchas faltas y un escándalo que necesitó de la intervención de la Policía.
+ VIDEO: Ahorcó a su rival tras una jugada fuerte
Cuando se jugaban 44 minutos del primer tiempo y el encuentro estaba 0-0, se dio un fuerte cruce entre Gabriel Díaz, defensa de Ferro, y Martín Lucero, atacante de Colegiales. El delantero terminó tirado de espaldas arriba del defensor, quien lo tomó del cuello ahorcándolo con una toma digna de artes marciales.
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Fue transmitido por TV y las imágenes quedaron registradas. Fueron varios segundos de desesperación y otros jugadores decidieron intervenir para que no pase a mayores: sin embargo, Lucero se levantó y comenzó nuevos incidentes contra uno de los rivales que había ido a separar.
Durante los siguientes instantes volaron varios golpes y empujones entre jugadores de los dos equipos, hasta que el resto de los futbolistas y hasta integrantes del cuerpo técnico lograron calmar las acciones.
Tanto Díaz como Lucero fueron inmediatamente expulsados por el árbitro. Sin embargo, como se trataba de un amistoso, ambos DT decidieron poner a un nuevo jugador por lado y continuar el partido 11 vs. 11, como si nada hubiese ocurrido.