La violenta escena fue observada por miles de espectadores que se dieron cita en el Estadio Poljud, este fin de semana.
El fanático del Split se enojó con el hombre de negro, burló a los guardias de seguridad, se cubrió el rostro y se metió entre los jugadores. En su mano, llevaba un palo de metal.
Cuando los jugadores lo vieron, intentaron rodearlo para evitar una desgracia. Mientras tanto, el árbitro corrió y se escondió entre los jugadores.
El tenso momento fue mostrado en vivo por la televisión. El equipo local estaba empatando 1 a 1. El Rijeka es el líder, a cuatro puntos del Dinamo de Zagreb.
Mirá cómo terminó la escena. VIDEO
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