"Lo que me sale primero no es que cumplí mi sueño, sino agradecer a un grupo que ha trabajado desde el año pasado". Así, con la sencillez como bandera y la tranquilidad de la experiencia, Pablo Guiñazú festejó el ascenso de Talleres.
Su gol, el recontra golazo para el 2-1 ante All Boys, para él fue igual de importante que el resto de los que llevaron a la T al título de la B Nacional: "Al gol lo hace cualquiera. No es el mío sino todos los goles anteriores. Yo protagonista, jamás. El que me conoce sabe. Yo trato de ser siempre la misma persona, cuando estoy adentro y cuando estoy afuera. Este grupo me ha mostrado una humildad muy grande. Me ha enseñado muchísimo, me hizo crecer".
"Lo coronamos como Talleres se merecía. Que la gente festeje y mucho, porque esto no pasa siempre", subrayó Guiñazú.
"Cuando digo grupo no digo jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, sino todos: masajistas, kinesiólogos, los chicos de seguridad, el muchacho que viaja a ver los partidos en colectivo. Hay que agradecerle a mucha gente. Mi agradecimiento es eterno", graficó el volante de 37 años.
Por último, el héroe del ascenso -aunque no quiera, así quedará en la historia-, le mandó un mensaje a la gente: "El grupo entregó la vida. No hay mejor forma de mostrarse en la cancha que como hoy. Con uno menos y 1-0 abajo, ir a buscar siempre el partido. Lo coronamos como Talleres se merecía. Que la gente festeje y mucho, porque esto no pasa siempre. Bien merecido lo tienen, porque la gente es fiel. Siempre nos ha acompañado". Video:
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