Octavio Murúa tiene nueve años y su ídolo es Lionel Messi, lo que podría ser un cliché de estos tiempos. Al igual que su hermano, está dentro del espectro autista y sus padres se preocupan para que siempre tengan lo mejor y atraviesen una infancia feliz.
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Una visita a la cancha de Instituto fue el puntapié para que el pequeño iniciara una hermosa historia en la que el fútbol y la inclusión caminan de la mano.
Octavio fue invitado al palco inclusivo del Monumental de Alta Córdoba, un sector acondicionado para que los fuertes ruidos no alteren la tranquilidad de los niños y jóvenes que padecen discapacidades en el desarrollo del cerebro.
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"Lo conocieron en el palco de Instituto y lo invitaron a la escuelita. Nosotros nos habíamos quedado sin escuelita porque sus horarios del colegio y de terapia no combinaban. Por suerte en Instituto coincidía con sus días libres", contó su mamá, Yanina Hayas, en diálogo con Telenoche.
Desde que Octavio se calzó la camiseta rojiblanca de la Gloria, su vida dio un gran vuelco positivo. "Se le nota cómo ha cambiado estos días, cómo se prepara para ir a buscar a sus amigos, sus ganas, su actitud. Se levanta con ganas de hacer las cosas con motivación", contó y reveló que tal fue el entusiasmo del chico que se hizo hincha de Instituto.
Ver al chico tan feliz y entusiasmado fue un mimo al alma para Yanina, que agradeció al club por recibirlo. "Estamos felices, emocionados. Felices de encontrar un lugar que nos abriera las puertas por que muchas veces uno dice el diagnostico y se dificulta encontrar lugar", manifestó.
Las obligaciones de Yanina y su esposo para con sus hijos conllevan mucho esfuerzo y logística, por lo que la ayuda desde Instituto resulta valiosísima. Precisamente desde la entidad de Alta Córdoba desarrollan un trabajo interdisciplinario con las partes que intervienen en la educación de Octavio, para saber cómo trabajar y responder ante alguna crisis o situación imprevista del niño.
Juan Fonseca es el "profe" del chico de nueve años en la escuelita y contó que "no hay tratos especiales y que está integrado a los demás". Además, remarcó que es "un jugador de toda la cancha", lo que lo llevó a hacer un gol, jugar en la mitad de la cancha o atajar un penal.
Mensaje
A pesar de la alegría de ver a Octavio corretear y patear la pelota en el predio de La Agustina, Yanina sabe que recorre un arduo camino para acompañar a su hijo. Por eso dejó un mensaje para aquellas familias que tengan integrantes en el espectro autista.
"Hay que buscar grupos de apoyo, juntarse entre padres. Hay que sostenernos entre nosotros, hay lugares donde acudir. No están solos. Acompañados es mucho más fácil", concluyó.