Las Artes Marciales Mixtas dejan resultados sangrientos y nocauts espectaculares. La realidad es que en esta competencia está más que claro que no hay que provocar a ningún rival, porque las consecuencias pueden ser irreparables.
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Pero parece que el irlandés James Gallagher no tenía muy en claro esta regla y falló. Ahora entendió que no vale la pena sobrar a ningún adversario, ya que podría ser víctima de una tremenda paliza como le sucedió con el estadounidense Ricky Bandejas.
Antes de que iniciara la competencia, se acercó a su adversario y comenzó a amedrentarlo. Había llegado invicto a la pelea y aprovechó de su situación privilegiada. Sin embargo, Bandejas se mantuvo quieto y evitó seguirle el juego. Esperó el choque y le dio una lección.
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Ya dentro del octágono, la situación tomó sentido y Ricky Bandejas se vengó. Acumuló tanta bronca que comenzó a golpearlo y le dio una tremenda patada en la cara, dejándolo tirado en el suelo. Pero no terminó ahí: siguió pegándole una y otra vez hasta que el árbitro tuvo que detenerlos.