Javier Filardi llegó a Córdoba desbordante de felicidad. Se trajo de los Juegos Panamericanos la medalla dorada que mostró orgulloso colgada en su pecho.
Sin embargo en la intimidad de su hogar abrazó el mejor trofeo que regala la vida, su hija Martina que nació mientras estaba en Toronto.
No es la primera vez que Filardi vive una situación como esta. Cuando nació su primer hijo, Agustín, se encontraba de gira con Bolívar: "Estaba en la costa de California jugando con Bolívar pero la diferencia fue de un par de horas", contó.