Terminó el Mundial de Qatar, pero la alegría de todos los argentinos sigue intacta. La imagen de Messi levantando la Copa del Mundo difícilmente se borre de la memoria de un país entero. Jorge Cuadrado y Agustín Burgi tuvieron la fortuna de seguir de cerca el inolvidable camino de la Scaloneta.
En una extensa charla en Seguimos en El Doce, los periodistas contaron el lado “B” de una cobertura única y que seguro no olvidarán. La Selección levantó la Copa después de 36 años y se proclamó campeón en Medio Oriente.
“Tengo nostalgia, me gustó mucho estar ahí. En un momento estábamos fuera del Mundial y no había ni empezado y el primer gol de Messi contra México destrabó toda la alegría. Fue el gol que más grité y desde ahí cambió todo”, comenzó relatando el conductor de Arriba Córdoba y Telenoche con mucha emoción.
En ese sentido, Cuadrado comentó que “fue una sensación indescriptible”: “Que más felicidad que ser campeones del mundo en un país futbolero”. Para el periodista, fue un Mundial de fútbol totalmente emotivo y no táctico. Agustín Burgi explicó era la Copa de Messi, “se le tenía que dar”.
Como nunca, Qatar se destacó por tener a muchos hinchas con la camiseta de la Selección que no eran argentinos: “Era muy gracioso. Veía pasar gente con camisetas argentinas que no eran nuestros y eran un montón. Ahí te dabas cuenta que muchos de los que veías en el estadio no eran nuestros”.
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Sobre esto, los enviados de El Doce contaron que cada vez que se enteraban del país que eran, inmediatamente se les acercaban “como si fueras el primo de Messi”. Claramente, la pasión por la Pulga no tiene nacionalidades ni fronteras. “Eso es todo lo que genera Messi, no Argentina”, sentenció Burgi.
La anécdota del viaje
Qatar no es solo fútbol sino también un escenario que ofrece un sinfín de emociones. Los periodistas se animaron a una experiencia increíble con camellos y 4x4. Pero no todo salió cómo esperaban.
Lo que no podían imaginar era que el guía que les hacía el tour iba a manejar tan rápido en la excursión. “En un momento no aguanté más y les pregunté al resto si lo estaba disfrutando y todos me dijeron que no”, relató Cuadrado.
En ese momento, le pidió al conductor que fuera más despacio, pero la situación no parecía mejorar: “Fue un desastre. Aceleraba más y pegábamos las cabezas contra el techo de la camioneta”.
Finalmente, un grito se transformó en salvación. “Le gritamos y bajó la velocidad pero se puso tenso el momento y después nos compró unos sándwich de camellos”, detalló Burgi entre risas. Como esta anécdotas vivieron miles de otras que se llevan en el corazón para siempre. Argentina campeón y unas cuantas aventuras inolvidables en Medio Oriente.