Si de vivir emociones fuertes se trata, Frank Kudelka hizo un curso acelerado en la tarde de Floresta. El gol de All Boys, según él mismo reconoció, le hizo poner la cabeza en el próximo partido. Lo que vino después fue todo alegría: primero Klusener y después Guiñazú le permitieron concretar su segundo ascenso en un año en Talleres.
"Inmediatamente después del gol de All Boys me puse a pensar en el partido que venía. Pero estos jugadores me hicieron volver a la realidad", repasó desde el vestuario en exclusiva para El Doce. "Hoy fue el fiel reflejo: la convicción de jugar ante la adversidad. El deseo de buscar siempre el triunfo. Las agallas y la valentía para jugar con un hombre menos. El deseo de imponer una forma de jugar y nunca rendirse", remarcó.
"Los dos ascensos en menos de un año son algo único -continuó Kudelka-. Ganar, ascender y campeonar dos veces no es algo que sea muy común para nosotros los técnicos. Es algo grandioso y me lo guardo para siempre".
Tras responder con puntos y triunfos a algunos murmullos de la tribuna, el entrenador puso su firma en la historia grande de la T. Y le regaló el triunfo precisamente a la hinchada: "Sin querer quedar bien se lo dedico a toda la gente que a través de Talleres llena su vida diaria. Y después hay mucha gente que te quiere, apoya y reesguarda en silencio".