Hace unos 20 días, estaba abandonado. Ahora luce como un estadio apto para recibir al encuentro entre el Flamengo y San Lorenzo, que se jugará el miércoles por la fase de grupos de la Copa Libertadores.
La responsable de lo que los medios brasileros definen como un "milagro" fue una empresa privada. El pasado 17 de febrero, el césped se veía mayormente pelado, como muestra esta foto:
En 16 días, lograron recuperar casi por completo al césped. El proceso fue similar al que se hizo en el estadio Kempes cuando Argentina recibió a Bolivia en marzo del 2016.
Realidades diferentes
Sin embargo, hoy los campos de juego de los estadios son muy diferentes. Los brasileros ya recibieron el apto para jugar, mientras que el principal estadio de Córdoba no llegará al partido entre Talleres e Independiente del fin de semana.