Una lástima: no sólo Messi sufre críticas insólitas y desmedidas en su propio país. Tras la elección del Balón de Oro, que ganó La Pulga por quinta vez el lunes, la gran estatua de Cristiano Ronaldo fue atacada en un acto de vandalismo impensado: amaneció pintada con el apellido del rosarino, con el número 10 debajo.
Quizás lo más curioso de todo es que la estatua inaugurada en 2014 no está en Barcelona. Ni siquiera en España. La escultura del portugués, construida en bronce y de 3,4 metros de altura, está en su natal Funchal, en la Isla Madeira de Portugal.
Las inusitadas pintadas causaron indignación en su familia. "Es un acto vergonzoso cometido por alguien envidioso", declaró Katia Aveiro, hermana de CR7, en las redes sociales y agregó que quienes hicieron esto "son salvajes que deberían vivir en Siria".
La otra cara de la moneda. Este martes, la cuenta oficial de Twitter del Barcelona publicó la foto más esperada: la de Leo Messi con sus cinco balones de oro (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015), que lo convirtieron en el único en la historia en lograrlo. Sin dudas, el mejor del mundo.