Todo pasó demasiado rápido para Leandro Bolmaro. Con solo 21 años y en un abrir y cerrar de ojos, saltó de la canchita de toda su vida de Las Varillas a los mejores estadios del mundo en Estados Unidos.
La temporada de la NBA finalizó hace unos días para Minnesota Timberwolves y el jugador aprovechó para regresar a la Argentina y disfrutar de unas pequeñas vacaciones junto a sus seres queridos. Fue a ver a Talleres la semana pasada y este miércoles estuvo en el lugar donde lo vieron nacer.
Desde el club Almafuerte, Bolmaro dialogó mano a mano con Telenoche y reconoció que "siempre es lindo volver a casa". El alero ya es una sensación entre los más pequeños, como hace años lo supo ser Fabricio Oberto en la misma localidad.
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"Estoy contento de estar acá y de disfrutar de la familia, se extraña un poco todo desde Estados Unidos", confesó el basquetbolista. Tras su primera temporada en la mejor liga del planeta, reflexionó: "Fue todo muy rápido e inesperado, decisiones que al final valieron la pena".
"Obviamente que tenía ganas de tener unos minutos más en cancha, pero esto es con paciencia y seguir. Seguro estaré ahí, entraré en la rotación y una vez ahí, seguramente tendré mi merecido", agregó.
+ VIDEO: el mano a mano con Bolmaro:
Al mismo tiempo, con una sonrisa en la cara, Bolmaro afirmó que disfruta "ser cordobés". Consciente de los cambios en su vida, el varillense destacó las diferencias "en los lujos, las instalaciones, las canchas de entrenamiento y las formas de viajar".
El alero demuestra tener los pies sobre la tierra a pesar de su corta de edad. Sobre cómo creció su figura en tan poco tiempo, aseguró que no le incomoda el trato con la gente.
"No le doy mucha importancia. Cuando estoy en Estados Unidos no me doy cuenta, pero cuando llegó acá me doy cuenta de quién soy y de lo que hago. Está bueno que te reconozcan, te da orgullo y alegría, y también me gusta", indicó Bolmaro al respecto.