En medio de la desesperanza que atraviesan miles y miles de migrantes que escapan de las guerras y dictaduras de Siria, Eritrea y Afganistán, entre tantos otros países, algunos futbolistas salieron a recordar que el hecho de empezar de nuevo, en un territorio desconocido, despojado de todo lo que tuvieron y alejados de sus familias, no es el final de la vida.
A muchos de ellos les tocó vivir esa situación que hoy, al fin, conmueve al mundo junto a sus propias familias y años más tarde salieron adelante. El volante de Roma, Edin Dzeko, vivió su infancia durante la guerra de Bosnia y Herzegovina, que en tres años dejó más de 100.000 muertos y causó 1.800.000 refugiados.
Entre esos desplazados, también estuvieron el jugador del Liverpool inglés, Dejan Lovren, y el arquero del Chelsea, Asmir Begovic. Los dos tuvieron que escapar hacia Alemania, tal cual sucede ahora con la mayoría de los migrantes.
En tanto que Xherdan Shaquiri, el delantero del Stoke City que pasó por Bayern Munich e Inter, también tuvo que sortear una infancia entre guerras y desplazamientos. Nació en Kosovo y con apenas 7 años debió refugiarse en Suiza, en donde luego obtuvo la nacionalidad, para arraigarse y empezar de nuevo. Hoy, defiende de la camiseta de aquella selección.