Es sabido que Lionel Messi, a diferencia de muchas otras figuras del mundo del fútbol, elige una vida tranquila y en familia. Por eso es comprensible que quiera vivir en completa paz.
Pero un ex vecino amenazó con romper esa calma. Según contó su compañero, Ivan Rakitic, la Pulga tomó una curiosa medida para silenciar los ruidos molestos que llegaban a su casa.
"Con los vecinos no he tenido ningún problema", arrancó a contar Rakitic sobre su vida en Barcelona, y lanzó la anécdota: "No como Messi en Castelldefels. Tuvo que comprarle su casa a los vecinos porque eran ruidosos y así poder estar solo".
¿Cómo sucedió? En 2013, la crisis afectó a los vecinos de Messi, que le ofrecieron la casa. Como rechazó la propuesta, comenzaron a alquilar habitaciones, por lo que el ruido se multiplicó.
La primera medida del 10 fue levantar una medianera más alta, algo que no logró por las normas urbanísticas locales. Entonces sí decidió comprar la mansión: puso al frente a su abogado, que cerró la operación por un millón de euros.