Fue la cuarta y última pelea de Tim Hague como boxeador profesional: el canadiense de 34 años era luchador de artes marciales mixtas (MMA), pero hace unos años se inclinó por este deporte. Y la consecuencia fue fatal: el viernes, Adam Braidwood le dio una paliza que terminó con su vida.
En el Shaw Conference Center de Canadá, Tim fue enviado a la lona cinco veces en apenas dos rounds. El último golpe lo dejó inmóvil, mientras su rival festejaba levantando los brazos. A pesar de que no pudieron reanimarlo en el momento, el deportista se levantó y salió caminando por sus propios medios.
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Hague fue trasladado al hospital Royal Alexandra en Edmonton, donde comprobaron la gravedad de la situación. Su estado fue empeorando progresivamente y el domingo comunicaron que sufrió muerte cerebral. Horas más tarde se confirmó el peor final, tras casi tres días de agonía.
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"Sentimos una gran tristeza y angustia al informar de que Tim ha muerto hoy. Él falleció rodeado de su familia y escuchando sus canciones favoritas. Lo extrañaremos mucho", escribió su hermana, Jackie Neil, en un comunicado.
Antecedente. En 2011, cuando aún era luchador de MMA, el canadiense había sufrido una concusión cerebral. En ese entonces, el boxeador había anunciado que se tomaría "un pequeño descanso" para que su cerebro se cure.