Basta con mirar las estadísticas para darse cuenta lo importante que está siendo José María “Pechito” López para el automovilismo argentino. Nuestro país cuenta con 9 títulos mundiales, 5 logrados por Juan Manuel Fangio en la Fórmula 1 y los otros 4 conseguidos por “Pechito”, 3 en el Mundial de Turismo entre el 2014 y el 2016 con Citroën y ahora la corona 2020 en el certamen de Resistencia junto a Toyota.
Y por si eso no alcanzara, el cordobés se metió junto a Petter Solberg y Fernando Alonso en un selecto grupo de 3 pilotos a nivel global en haber logrado campeonatos en al menos dos categorías diferentes regidas por la Federación Internacional de Automovilismo. Así de grande es el cordobés.
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El camino no fue fácil, muchos sinsabores pasaron para llegar hasta acá, incluyendo dos coqueteos frustrados con la Fórmula 1, el regreso a la República Argentina y algunos altibajos en la Fórmula Eléctrica. Lo más destacado fue el relanzamiento de su carrera internacional en el 2013 cuando ganó la fecha de Termas del Mundial de Turismo, resultado que generó que Citroën Racing se fijara en él. A partir de allí, su talento, perseverancia, y profesionalismo lo llevó a donde se merece estar.
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El sólo hecho de poder ser piloto oficial Toyota, uno de los equipos con mayor presupuesto del planeta, es un mérito en sí mismo. Hay que remontarse a la época de Carlos Reutemann para encontrar otro piloto contratado por una escuadra oficial de semejante envergadura.
Desde esa posición, tuvo que seguir peleando para encontrar su lugar en una categoría que no conocía pero que lo hizo crecer aún más como piloto. La pérdida de las 24 horas de Le Mans del 2019 cuando estaba a una hora de ganarla y su equipo se equivocó en la colocación de un sensor que le costó la carrera, más los problemas técnicos que sufrió en el 2020, fueron duros reveses que también tuvo que sobrellevar.
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Así y todo, nunca bajó los brazos. Siempre positivo siguió entrenando y esforzándose para conseguir 4 victorias en la temporada 2019/2020 del Campeonato del Mundo de Endurance. Ganó en Silverstone y Bahrain al principio de la temporada, en Bélgica en este 2020, asimiló la amargura de Le Mans y finalmente pudo sonreír este último sábado cuando su compañero de equipo Kamui Kobayashi, cruzó la bandera a cuadros en el primer lugar nuevamente en las 8 hs de Bahrain con el coche número 7 del Toyota Gazoo Racing para sumar los puntos necesarios que lo llevaron a meterse en la historia.
Ahora todo es felicidad, pero esta historia no terminó, todavía pueden venir más logros, aunque eso sí, hay que disfrutarlo, porque no aparecen muy seguidos pilotos de semejante envergadura.
“Soy un privilegiado en decir que soy un 4 veces campeón del mundo. Hubo mucho trabajo y esmero detrás de esto. Estoy orgulloso y es un placer para mí poder representar a la República Argentina”, admitió feliz el piloto al programa Motores en Marcha.