Es una persona tan querible, tan divertida. Pero, a decir verdad, a veces nos preguntamos si nunca se le acaban las ganas de hablar y de ¡hacer bromas! “Siempre fui muy chispita desde niño”, relata entre risas. Mientras, recuerda con añoranza a su Tanti natal: “Cuando iba a votar a mi pueblo, aún sentía por los pasillos del colegio, el aroma a mate cocido de mi infancia”.
Manuel Sánchez se vino a esta capital a estudiar, pero allá aún lo esperan sus familiares y amigos: “Me sigo viendo con mis amigos de Tanti, y cuando puedo me hago una escapada. Tanti es mi lugar en el mundo y cuando muera quiero que mis cenizas las tiren ahí”.
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Manuel aún vuelve a la casa de familia de toda la vida a visitar a su madre y a su hermana. Sabe también, que es un pilar para ellas, desde el momento en que su papá murió: “Mi papá era muy compañero mío, y lo tengo muy presente”, dice con ojos a punto de romper en llanto. Y siente como una carga no haberlo visto antes de su muerte: “No pude despedirme de mi papá”.
Pero hay otros hombres en la vida de Manuel, que le sirvieron de pilar, ejemplo, o que fueron verdaderos maestros para él, que lo guiaron, no solo en la profesión, sino en gran parte de su vida, que forjó lejos de su Tanti: “Mi primer maestro en la profesión ha sido Fabián Torres. Con Gustavo Tobi disfrutamos de realizar muchas actividades juntos y es otro de los maestros de la vida, para mí”
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Ha logrado con su perseverancia y trabajo, un lugar destacado dentro del periodismo deportivo.
Pero eso no lo condiciona para seguir soñando con hacer las notas “imaginadas” que todavía no pudo concretar: “Me gustaría hacerle una nota a Cristiano Ronaldo”. Sin embargo, asegura que difícilmente haya otro como “el Diego”. “Maradona es el deportista que más magia me generó”.
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Ya casi en el final, deja un lugar de privilegio para sus tres hijas mujeres: “Ellas son todo para mí y las tres son muy distintas entre sí”.