Ezequiel Lavezzi sigue internado en una clínica de salud mental pero el hermetismo es total y muchas versiones comenzaron a circular después del confuso episodio en la ciudad uruguaya de Punta del Este pese a que su hijo Tomás fue contundente al pedir que “dejen de inventar”.
Algunos allegados se expresaron sobre el estado de salud, pero evitaron dar mayores detalles. Uno de ellos fue Germán el Tanque Denis, exjugador de Independiente que compartió plantel con Pocho Lavezzi en el Napoli, quien aseguró que “solo necesita recuperar el equilibrio” y “pasar un rato con su familia”. Además, remarcó que “está sano”.
Por su parte, Mauricio D’Alessandro, abogado del exjugador de la Selección Argentina, reveló qué le diagnosticaron mientras sigue bajo tratamiento. En una nota al medio francés SoFoot contó que Lavezzi “sufría hipomanía”.
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De acuerdo a lo que explicó, se trataría de un “trastorno crónico del estado de ánimo” y confirmó que en el pasado ya había vivido consecuencias a partir de la exaltación mental.
Y remarcó que “no está siendo tratado por abuso de drogas o alcohol, sino por un trastorno psiquiátrico que puede hacer que alguien se haga daño a sí mismo y que puede ser desencadenado por diversos factores”.
Qué es la hipomanía
El especialista en psiquiatría, José Ignacio Sánchez (MP. 36811), que trabajó en el área de salud mental del Hospital Tránsito Cáceres de Allende y Clínica Meelar, explicó a ElDoce.tv que la hipomanía es un “trastorno del estado de ánimo, es una etapa dentro del trastorno bipolar”.
Sus principales síntomas son: ánimo caracterizado por humor elevado o expansivo, paciente está acelerado, inquieto, verborrágico, impulsividad, irritabilidad, exceso de energía y conductas imprudentes de riesgo.
Y aclaró que “no debe tener síntomas psicóticos, sino sería una manía”. “En casos como este no necesariamente están hablando de trastorno bipolar. Hay muchas situaciones clínicas que pueden generar una confusión o solapamiento entre problemas que pueden hacer parecer que estemos hablando de hipomanía o del trastorno bipolar”, remarcó el profesional.
Respecto al tratamiento, Sánchez resaltó que la psiquiatría “avanzó mucho” y destacó que “muchas veces el manejo se da de manera ambulatoria entendiendo que la internación solo es necesaria cuando hay riesgo del paciente y de terceros”.
El tratamiento consiste en el “uso de estabilizadores del ánimo, que es una medicación”. De esa manera, explicó que la “tienen la capacidad de generar medios químicos propicios para que el ánimo se regule y vuelva a la normalidad del paciente”.
También hay “anticonvulsivantes que se utilizan en la epilepsia y otros que son de excelente resultado para el manejo del paciente”. Incluso mencionó fármacos como antipsicóticos, pero que “tienden a ser transitorios en el tratamiento”. Y afirmó que en general en 20 días el paciente se estabiliza.
Consultado acerca de posibles recaídas, el especialista en psiquiatría señaló que “todo depende del contexto en el que se dé el diagnóstico”.
“La evolución en el tiempo nos va a dar el pronóstico, hoy hay buenas evoluciones en pacientes que realizan tratamiento con buena adherencia. Después de esa gravedad logra una perspectiva de evolución favorable con muy buena funcionalidad, pero está sujeto a la adherencia del tratamiento”, subrayó.
Más consultas
Sobre el final, José Ignacio Sánchez afirmó que en psiquiatría están “empezando a ver un aumento en la demanda de la atención de salud mental”.
“Esto nos llevamos a preguntar ¿qué pasó?, ¿estaban y no pedían ayuda y a partir de la conciencia se logra?, ¿o solamente por este tipo de vida ha habido aumento del consumo y se genere cada vez más pacientes con patología?”, planteó.
Para Sánchez, “tienen que ver las dos cosas, no solo hubo un aumento de pacientes que demanda ayuda y antes no lo hacía, sino que también el consumo y la excesiva demanda del ser humano en lo económico y social, las personas presentan un nivel de depresión continua”.
Y lamentó que en el último tiempo detectaron “graves alteraciones clínicas y daños neurológicos de carácter irreversible relacionados a consumo de cocaína y algo más”. Por eso destacó la importancia de trabajar principalmente en la prevención y luego en la asistencia.