San Lorenzo y Rosario Central no defraudaron en el Nuevo Gasómetro. Los dos principales perseguidores de Boca en la pelea por el campeonato pusieron tanto fútbol como de lo otro que hay que tener para ser un buen equipo.
Eso sí, no dejaron ni sentarse a los que eligieron ver el partido, tanto en la cancha como por la tele. En lo que fue el gol más rápido del campeonato, el Ciclón abrió el marcador a los 14 segundos de comenzado el encuentro. Después de una rápida jugada, que incluyó un rebote en el árbitro Delfino, Héctor "Tito" Villalba definió de manera perfecta ante el cordobés Mauricio Caranta.
Después del tempranero gol de San Lorenzo, el que comenzó a manejar el partido fue el visitante. El equipo del Chacho Coudet atacaba y el del Patón Bauza jugaba de contragolpe. Así hubo chances de gol en ambos arcos.
Lo que también comenzó a abundar fue la pierna fuerte y las protestas. Pero ninguna como la del penal para Central a los 29 minutos. Cuando Marco Ruben se iba contra Torrico, Matías Caruzzo lo tomó de la cara y el delantero rosarino cayó. Delfino no había cobrado hasta que su juez de línea le indicó que era falta. Después de las quejas santas y las amarillas para el autor del foul y Yepes, el goleador del campeonato marcó el empate.
El partido se calentó y las tarjetas amarillas continuaron. Pero el primer expulsado no fue adentro de la cancha sino afuera: el técnico de Central. El descanso no tranquilizó a los jugadores y el segundo tiempo siguió siendo intenso y con muchas faltas.
Tuvo que aparecer de nuevo el artillero del fútbol argentino para desnivelar. Después de una gran jugada por izquierda, Marco Ruben definió en el área para poner arriba a los rosarinos a los 24 minutos del segundo tiempo.
Sin embargo, la victoria le duró poco al visitante. San Lorenzo se fue con todo hacia adelante y, a los 31 minutos de la etapa final, Sebastián Blanco puso el 2 a 2 definitivo que deja las cosas como estaban: el ciclón segundo y el canalla tercero. Si Boca vence a Crucero del Norte, se escapará a seis puntos con sólo nueve por jugar.