Tokyo 2020 se destacó por la participación femenina. Lejos quedó en la línea del tiempo lo que pensaba Pierre de Coubertin -craeador de los Juegos Olímpicos modernos- sobre la participación de mujeres en los Juegos de 1900: “Los Juegos son la solemne y periódica exaltación del deporte masculino, con el aplauso de las mujeres como recompensa”.
En el 2021 del Siglo 21 algunas cosas cambiaron –por suerte-.
El 48 por ciento de los deportistas clasificados para Tokio fueron mujeres. Y el Comité Olímpico Internacional trabaja para más equidad.
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Un ejemplo del cambio de perspectiva fue lo sucedido en la apertura: la organización de los juegos hizo un cambio en sus protocolos y en vez de un abanderado en la ceremonia de apertura sean dos: un atleta masculino y una atleta femenina.
Por eso van cinco historias -resumidas- de mujeres que se hicieron virales en tierras japonesas.
* Rayssa Leal o “La fadinha” (hada en portugués): en 2015, cuando tenía apenas cinco años, hacía piruetas en su skate vestida de hada -de ahí su apodo-.
Su foto del 2021 también se hizo viral, porque se convirtió en la atleta más joven de la historia de Brasil en subir al podio de los Juegos Olímpicos.
Y dijo: "Estamos probando que el skate no es apenas para los nenes".
* Simone Biles: 1,42 centímetros de talento y trabajo que revolucionó el mundo de la gimnasia artística. Con cuatro medallas de oro en Río 2016 hizo lo que ninguna mujer de EE.UU. había conseguido.
En esta competencia se animó a hablar de salud mental y poner un freno a las exigencias con un frase muy poderosa: "Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos".
* Laurel Hubbard: es la primera atleta transgénero en participar en los Juegos Olimpicos. Y si bien quedó eliminada porque no logró levantar las barras de competencia, su participación fue clave para que los juegos sean –aún- más inclusivos.
“No soy del todo ajena a la controversia que rodea mi participación en estos Juegos. Por ello me gustaría agradecer especialmente al COI (Comité Olímpico Internacional) por ratificar su compromiso con los principios del olimpismo y establecer que el deporte es algo para todas las personas, que es inclusivo y accesible”.
* Anna Kiesenhofer: se llevó la medalla de oro en ciclismo. Pero además de darlo todo en la bici, la austríaca es –atención- matemática de profesión con dos diplomas y un doctorado.
En la carrera de la victoria fue tanta la ventaja que cuando la segunda llegó a la meta pensó que era la primera y ahí estaba Anna esperando.
La austríaca no pertenece a ningún equipo profesional, si no que entrenó sola –aunque ahora debe tener una cola de sponsor ahí viendo si pueden meter un canje con ella-.
Hace poco escribió: “Busca la incomodidad y quizás encuentres la felicidad”.
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Ella misma contó que –como para muchas personas- el 2020 no fue fácil: un hijo de 8 años, separada, trabaja y entrena en un cuadrado de su casa. Dijo que le pedía por favor a su hijo que se duerma temprano porque no daba más. Se levantaba a las 6 de la mañana y trataba de entrenar en silencio para que él no se despierte. Uno de los momentos mas difíciles fue cuando le tuvo que decir a su hijo que no se iban a ver por 40 días y la frase que lo convenció ella misma la dijo a cámara.
“Le dije que, si mamá traía una medalla para el país, iba a ser una enseñanza de la pandemia, de perseverancia, de ayudarnos. De pasarla juntos. No hay que bajar los brazos".
Hoy es la responsable que una flamante medalla plateada de Argentina.
Solo algunas grandes historias de mujeres que hicieron de estos juegos olímpicos una competencia más justa.