El Turco García afirmó que dejó de jugar al fútbol en 1999, murió su papá en enero del 2000, y allí comenzó con su adicción. "No es excusa, pero dejé de jugar y en febrero empecé a consumir. No le encuentro una razón. Probé y, siempre digo lo mismo: ‘no pruebes’. Porque al principio te sentís Superman y después te viene el infierno. Dependés de la sustancia para vivir. Yo era esclavo de eso. Dependía para caminar, para vivir”, comentó el deportista.
Respecto a la manera en que vivía en aquel entonces, García aseguró que consumía incluso antes de comer: “Me levantaba a las ocho de la mañana y tomaba antes de desayunar. Vivía con mi señora, Mariela, que me bancó un montón”. También, agregó que cada vez necesitaba más la sustancia para vivir y que su peor momento fue entre los años 2006 y 2008. "No te voy a decir cuántos gramos por día… Pero tomé como para que me dé un ACV o un ataque cardíaco”, dijo el Turco. En este sentido, el ex futbolista afirmó que las cosas que vivió con Diego Maradona se las guarda para él.
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Respecto al rol de su esposa en su lucha contra la adicción, recalcó: " Mariela me salvó la vida. Ella me dijo: ‘Quiero que Yamil tenga un padre como la gente’. Ella se metía en la 1.11.14 a buscarme. No le importaba nada. Me sacaba de los pelos y me llevaba para mi casa”.
FInalmente, el Turco García afirmó que tiene deseos de hacer un documental sobre su historia y que la gente sepa toda su vida: "No tengo que ocultar nada".
Sobre su peor momento, el ex Selección Argentina y Huracán dijo: "Me fui a vivir a Venado Tuerto, al campo, y José Mena habló con un ex boxeador y daban charlas, pero yo pensaba que no iba a salir de eso. Pero empecé tratamiento de láser en Villa María Córdoba. Estuve seis horas sin tomar y dije: ‘No tomo más’”.