Los alemanes son puntuales, organizados, metódicos, eficientes, reservados y distantes. Con semejantes características parecería extraño que lleguen a pelearse dentro de sus propias filas por un enojo durante un entrenamiento de fútbol. Pero como los teutones también se destacan por el espíritu combativo y desafiante, puede entenderse como Antonio Rudiger y Joshua Kimmich estuvieron a punto de tomarse a las trompadas.
+ MIRÁ MÁS: El tierno aliento de los hijos de Messi a la Selección Argentina
El encontronazo, entre los dos jugadores de la selección campeona del mundo, sucedió durante una de las prácticas preparatorias para el Mundial de Rusia. Ambos futbolistas se encararon de frente, a pesar de sus 15 centímetros de diferencia de estatura y en el horizontal de sus miradas. Miroslav Klose, ex goleador y actual asistente del combinado germánico, debió separarlos para evitar un mal mayor.
El momento de tensión sucedió cuando Antonio Rudiger le entró muy fuerte al integrante del Bayern cuando llevaba la pelota. Tras unos segundos en el piso, Joshua Kimmich se levantó y fue a recriminarle vehementemente al futbolista del Chelsea. El episodio será analizado por el técnico Joachim Löw, quien no tolera estas actitudes y aún no ha dado la lista definitiva de los 23.
+ MIRÁ MÁS: Lujo puro: el avión que usará la Selección Argentina durante el Mundial de Rusia
Además de este instante de calentura, en la selección alemana se sumó otro condimento para hacer el entrenamiento más caótico: Julien Draxler debió ser apartado con hielo en el rostro tras sufrir un codazo que lo dejó mareado.