Aunque no se conoce el dato exacto, a Pablo Escobar se le atribuyen unos tres mil asesinatos. Y Ricardo Gareca podría haber sido una de sus tantas víctimas. Así lo aseguró Jhon Jairo Velásquez, más conocido como Popeye, ex sicario del narcotraficante colombiano.
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"Pablo Emilio Escobar Gaviria tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra. Incluso secuestró a futbolistas", aseguró Popeye al sitio peruano El Popular, haciendo referencia al enfrentamiento entre los cárteles de Medellín -que lideraba El Patrón- y de Cali.
"Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar, sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón salvó a Gareca, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un coche bomba, ya que el cártel de Cali le colocó un coche bomba a la familia de Pablo", agregó Velásquez.
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El ex DT de Talleres y actual entrenador de la selección peruana jugó entre 1985 y 1989 en el club de Cali, manejado entre las sombras por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela. Fue una década en la que, en Colombia, el narcotráfico estaba íntimamente relacionado con el fútbol.
El equipo se destacó a nivel nacional (campeón en 1985 y 1986) y a nivel internacional (tres subcampeonatos consecutivos en la Copa Libertadores). El Tigre era el gran goleador del equipo.