Será un Grand Slam recordado por varios años. Un torneo distinto a todos y conocido por ser el primer gran evento tenístico en animarse a andar en medio de los brotes de Covid-19.
El torneo que arrancó este lunes en Manhattan cuenta con muchos puntos distintivos: tribunas vacías, sin prensa, sin clasificación, un mínimo de jueces de línea y jugadores aislados para poder participar.
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La burbuja comenzó dos semanas antes de la competencia y todos los participantes del torneo, ya sean jugadores, entrenadores y personal de la organización, debieron someterse a testeos para aislarse y no dejar entrar al virus al torneo.
En el primer día de competencia el cordobés Ignacio Lóndero arrancó con una victoria. En su debut el tenista de Jesús María, número 62 del ranking mundial, derrotó al ruso Evgeny Donskoy (114º) por 6/3, 6/3 y 7/5.
También ganó el santafesino Federico Coria (103º), hermano menor de Guillermo, finalista de Roland Garros en 2004. Avanzó a segunda ronda tras beneficiarse del abandono de su rival, el taiwanés Jason Jung (120º) en el quinto set. El partido estaba 2/6, 4/6, 6/4, 6/1 y 2/0.
La mala noticia para nuestro país vino con la derrota del candidato Diego Schwartzman. El “Peque”, ubicado en el puesto 13 del ranking mundial y noveno cabeza de serie, cayó ante el británico Cameron Norrie (77) en cinco sets. A cabo de tres horas y 56 minutos el resultado fue 3/6, 4/6, 6/2, 6/1 y 7/5.
Mas argentinos en cancha
Mañana será el debut de Federico Delbonis (78º), que enfrentará al ruso Daniil Medveded (5º), en la cancha central del complejo de Nueva York.
También debutarán el bahiense Guido Pella ante el estadounidense Jeffrey Wolf y el correntino Leonardo Mayer ante el canadiense Milon Raonic (25º)
Tenistas sin contacto
La edición 2020 del US Open tendrá varios aspectos particulares y llamativos. Por un lado, las tribunas permanecerán vacías y no se permite el ingreso al predio de nadie ajeno a la organización. El público solo podrá seguir los partidos por televisión y podrán aparecer en el escenario mediante las pantallas gigantes colocadas en las tribunas.
Además de no poder contar con el aliento de las miles de personas que todos los años llenan la capacidad de los distintos estadios del complejo, los tenistas tampoco podrán tener contacto físico entre sí.
Se prohíben los abrazos, el contacto y los saludos cercanos, por lo que después de cada partido los tenistas se acercan a la red y solo pueden chocar sus raquetas en señal de respeto.
Menos tenistas, menos premios
En medio del protocolo por el covid, la organización decidió limitar la cantidad de participantes en el torneo.
Se respetaron los cuadros principales de 128 jugadores para los singles masculinos y femeninos, pero redujeron a la mitad el cuadro de dobles. Además, eliminaron los dobles mixtos y las pruebas de juniors, seniors y las clasificaciones de singles.
En el mismo sentido se achicaron los premios económicos en un 5 por ciento respecto al año pasado. La recompensa global para los tenistas será de 53,4 millones de dólares entre los participantes.
Además, este año se repartirán 6,6 millones de dólares entre los tenistas que, por ranking, tenían la posibilidad de jugar la clasificación pero no pudieron hacerlo por las restricciones.