Eran las 07:05 del 30 de octubre de 1960 cuando un pequeño nacía en el Hospital Interzonal de Agudos Evita de Lanús Oeste. Lo llamaron Diego Armando Maradona, el cuarto hijo fruto del amor de Doña Tota y Don Diego.
Villa Fiorito, un humilde barrio del partido bonaerense de Lomas de Zamora. Ahí vivió toda su infancia jugando con la pelota en las eternas calles de tierra e incluso en un enorme potrero que se convirtió en su primera cancha.
+ MIRÁ MÁS: Dalma despidió a Maradona: su conmovedora carta
Un equipo de El Doce, encabezado por el periodista Jorge Ybañez y los camarógrafos Emmanuel Cuestas y Jorge Safita, recorrió aquel barrio donde se forjó la verdadera magia. La primera casa de la familia Maradona, ubicada en la calle Azamor al 523, sigue intacta. En la pared del frente pintaron un enorme mural con la cara de, quien en aquel entonces era Pelusa, y una leyenda que reza: “La casa de D10S”.
María es una vecina que vive en Villa Fiorito desde 1963. Sus hijos jugaban al fútbol con Diego y si no había pelota, armaban una de trapo o salían a pedir a otros vecinos. “El Pelusa tenía un as en sus piernas. Siempre pateando. Era muy divertido verlo”, recordó la mujer. “Era un hijo más para mí”, expresó conmovida por la sorpresiva muerte.
+ VIDEO: la primera casa de Diego Maradona en Villa Fiorito
"La estrella roja", así se llama la primera cancha donde Diego, cuando era Pelusa, jamás se cansaba de hacer goles. El potrero, que se encuentra a pocos metros de la vivienda, es el lugar testigo donde empezó todo. Era un baldío e improvisaban con piedras los arcos.
Juan tuvo la oportunidad de jugar con Diego Maradona en ese potrero que no tenía ni tiene nada de césped. "Estrellita" se llamaba el equipo al que entró el Diez cumplió los 15. Hoy todo Fiorito llora a Maradona.
+ VIDEO: el potrero, la primera cancha de Diego Maradona en Villa Fiorito