En la tarde del lunes, la Conmebol difundió los días y horarios de los cruces de octavos de final de la Copa Libertadores. De esta manera, Talleres y Colón jugarán la ida en Córdoba el miércoles 29 de junio a las 19.15, mientras que la vuelta será en Santa Fe el 6 de julio en el mismo horario.
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Aunque falte casi un mes para el enfrentamiento, los hinchas matadores y sabaleros ya palpitan este cruce entre estos dos gigantes del interior. Tal es la expectativa que en un kiosco de la capital santafesina apareció un ingenioso cartel alusivo al encuentro, que se viralizó en las redes sociales.
En la típica pizarra de almacén, el comerciante hizo una especie de cuadro comparativo entre la cultura santafesina y la cordobesa. De un lado dibujó un escudo de Colón y del otro uno de Talleres, y escribió una especie de duelo de elementos populares típicos de cada provincia.
Debajo del escudo sabalero aparecieron Cacho Deicas, cantante de Los Palmeras, la cerveza, la cumbia, Leo Mattioli, las "s" que no se pronuncian, el pescado frito, los baches y los alfajores santafesinos. Del lado matador, aparecieron La Mona Jiménez, el fernet, el Potro Rodrigo, la típica tonada, los fideos moñitos -por el video viral del hincha de la "T"-, las sierras y los alfajores cordobeses.
A modo de conclusión, escribió un mensaje que resumió el histórico cruce: "Los octavos de final más 'argentos' de la Copa Libertadores".
Las ingeniosas comparaciones se viralizaron y el dueño del negocio habló con medios locales para explicar su inspiración a la hora de escribir el mensaje. "Son carteles para descomprimir un poco y salir de la monotonía de lo que vivimos todos los días. Gracias a Dios la gente lo toma con buen humor y eso me llena de orgullo", explicó a Mañanas de sol.
El kiosco de los carteles
La situación llamó la atención de la comunidad virtual, aunque no sorprendió tanto en Córdoba, ya que hay un kiosco en Alto Alberdi que se destaca por los ocurrentes mensajes que expone en la pizarra del local. "Vuelve, que sin ti la birra se me va", es uno de los tantos mensajes que su propietario, José Sosa, escribe para divertir a los clientes.