Las calles de Córdoba son cada vez más preocupantes para las mujeres y una joven de 23 años puede dar fe. El pasado sábado, a las 10 de la mañana y en pleno centro de la ciudad, vivió una situación indignante culpa de un acosador.
Todo comenzó cuando aprovechó el recreo de un curso que realiza en un edificio ubicado en calle Santa Rosa al 320, a dos cuadras y media de la Cañada. Tras comprar algo para comer en un kiosco, advirtió que un hombre de unos 30 años la seguía.
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"Cuando vuelvo me comienza a hablar, a gritar. Me decía 'amiga, amiga', muy exaltado. Cuando entro al edificio y la puerta se cierra, me doy vuelta: ahí se bajó los pantalones y me mostró los genitales", relató a ElDoce.tv. El sospechoso es morocho, tenía barba y vestía una remera anaranjada.
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Impactada por la situación, la joven demoró en "procesar todo" y contar lo que había pasado en el instituto educativo. "Luego subí a la terraza para ver si lo veía y vi a dos chicas corriendo. Y el guardia me dijo que vio movimientos de gente", agregó.
Denuncia e indignación
Además del temor vivido por el acosador, la víctima encontró una respuesta polémica al realizar la denuncia en el Polo de la Mujer. "La chica que me atendió me dijo que iba a perder tiempo, que iba a estar muchas horas para nada. Que no había delito", lamentó.
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