Después de meses de trabajo, Gustavo se preparaba para inaugurar en marzo un complejo de canchas de fútbol en la zona sur, sobre circunvalación casi autopista Córdoba-Rosario. Invirtió su único capital en este proyecto de 8 canchas: la mitad de fútbol 5 y la otra mitad de 7. Pero el fin de semana en que se iba a jugar el primer partido, se decretó la pandemia y la pelota nunca pudo rodar. Todavía no recuperó ni uno de los casi siete millones de pesos que invirtió.
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A partir de ahí, durante estos siete meses sufrió una serie de robos casi sistemáticos. Unos 20 reflectores, puertas, ventanas, tres tanques, conexiones de electricidad, tres bombas de agua, 150 metros de alambrado perimetral con sus postes, por solo enumerar algunas de las cosas que le sustrajeron. Pero lo de hoy, superó todos los límites.
Estaba en su vivienda cuando lo llamó un vecino y le dijo: "Te están robando el techo, venite ya que los agarrás". Llamó a la policía y, en el impulso, se subió su auto y manejó hasta el lugar, pero al dar cuenta del peligro que podía correr, se frenó en circunvalación. Desde ahí, vio todo.
+ VIDEO: Reiterados robos en un complejo de fútbol:
Había tres personas "trabajando" para sacar las chapas que cubren lo poco que quedaba de la estructura. "Estuve media hora viéndolos cómo me robaban. En ese tiempo pasaron tres patrulleros. Los frené. Los dos primeros se fueron y nunca volvieron, el tercero se quedó conmigo y me ayudó, pero para cuando llegamos ya habían cargado todo en una camioneta blanca y se habían ido", relató, en diálogo con El Doce. "Se tomaron el trabajo y el tiempo para desatornillar y desarmar, eso son horas de trabajo", explicó.
El dueño asegura que no es el único y este flagelo lo vienen sufriendo más del 80% de los negocios de este tipo, que por las restricciones siguen sin poder abrir sus puertas para realizar partidos.
+ VIDEO: La palabra del dueño en Arriba Córdoba:
Como si los robos no fueran suficientes, en este tiempo el predio también sufrió dos incendios, que tuvo que apagar con sus propias manos y la de familiares que lo ayudaron.
Totalmente desilusionado y sin expectativas, el empresario cree que no va a poder levantarse después de este golpe: "Nunca pude trabajar y ahora me cortaron los brazos, las piernas, todo", declaró.