Nayla Janet Farías, tiene 18 años y su papá biológico, Nicolás Sebastián Murúa (43), la violó desde que era una niña de 13. En mayo de 2019, realizó la denuncia y esta semana decidió hacerlo público porque no para de recibir amenazas en sus redes sociales del abusador.
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La joven contó a El Doce que a través de un perfil trucho, su padre se comunica con ellas jactándose de los abusos sexuales a los que sometió a su propia hija y amenazándola de muerte por haberlo denunciado dos años atrás.
"No sé qué espera la justicia para actuar, espera encontrarnos muertas"
Este sábado, tras conocerse la noticia por este medio, su mamá volvió a recibir amenazas a través de Facebook: "Su felicidad se va a acabar muy pronto, ni la policía te va a salvar hdp me estás hundiendo con todo esto, pero sé que te voy a encontrar ya sé dónde estás, donde trabajás, todos tus movimientos y los de tu hija, lo sé. Me andan buscando pero soy como la serpiente, fácil de esconderme no me van a atrapar, primero las mato y después me mato yo. Ya dije no les tengo miedo hija de mil puta".
Después de recibir los mensajes, las mujeres fueron a realizar una nueva exposición a la Unidad Judicial Número 3: "Lamentablemente ni la Justicia lo está frenando a este sujeto", declaró Nayla a ElDoce.tv, mientras realizaba la denuncia: "La policía está siendo media lenta, no sé cómo irá a seguir o qué va a pasar, la vida de nosotras está corriendo peligro".
Mientras tanto, su abusador sigue libre y las mujeres se encuentran en una situación desesperante: "Tenemos miedo, ya no sabemos qué hacer, no sé qué espera la justicia para actuar, espera encontrarnos muertas", remarcó.
El Polo de la Mujer está al tanto del tema y ya está brindando contención a las víctimas. Se les dio un botón antipánico y tienen una custodia policial 24hs en su vivienda.
Un infierno en su propia casa
Cuando Nayla tenía 16 años se animó a contarle a su madre lo que ocurría y juntas se fueron de la casa. Hasta esa edad convivió con el abusador, que había estado en la cárcel por haber sido cómplice en un homicidio.
“Abusó de mí y a mi mamá le pegaba”, relató la víctima sobre el horror que soportó.
Tras denunciarlo en 2019 la víctima había perdido contacto con el abusador. Sin embargo, a principios de febrero la joven fue al centro de la Ciudad de Córdoba a entregar su currículum porque estaba buscando trabajo y se topó con él.
“Me amenazó ahí mismo, me dijo de todo”, le contó Nayla a El Doce. Como el acoso continuó por las redes, realizó una nueva denuncia formal y le entregaron un botón antipánico.
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En la madrugada del pasado miércoles la joven se despertó en su casa tras escuchar un ruido y se dio cuenta que le habían dejado una nota anónima con amenazas a ella y a su madre.