A Elsa le gusta cantar y en su quinta sesión de quimioterapia no solo le puso el cuerpo a la situación sino también su hermosa voz para interpretar Mejor que ayer, de Diego Torres.
Esta mañana, cuando llegó a la clínica de Cosquín, la enfermera que la asiste la sorprendió con este reto y los otros pacientes se sumaron al desafío: quería que aprendieran la canción y transformó la sesión en un increíble coro.
El emotivo momento quedó registrado y para Elsa, que este jueves no fue un día más, mantener el espíritu de cantar y seguir adelante es su objetivo desde que le diagnosticaron cáncer.
+ VIDEO: La sorpresa de una enfermera en la quimioterapia
La mujer de 65 años lleva cinco meses luchando contra la enfermedad. Todo comenzó en junio cuando le detectaron un avanzado cáncer de ovario que había hecho metástasis, según contó a ElDoce.tv. Al mes la operaron y le extirparon parte del aparato reproductor.
Durante seis meses tiene que hacer quimioterapia a modo preventivo “por si queda alguna célula perdida”. Pero Elsa aseguró estar tranquila: “Soy muy creyente y sé que Dios tiene todo bajo control”.
Por eso, contó que en cada sesión busca ir con energía positiva y aportar eso al resto de las personas que atraviesan por la misma situación. “Ya hicimos una relación y a pesar de que la doctora dice que no hay que involucrarse mucho, es imposible”, reconoció.
+ MIRÁ MÁS: Siete mitos sobre el cáncer de mama que hay que derribar
No pierde las esperanzas y siente el apoyo y la compañía de su familia cada vez que asiste a las quimioterapias. “La enfermedad no tiene que ser el centro, me hace bien trabajar y relacionarme con la gente”, reflexionó.
Es que Elsa, a pesar de estar jubilada, sigue trabajando como enfermera en el dispensario de Santa María de Punilla. Estudió de grande y hace 14 años que trabaja en el ámbito de la salud: “Mi primer trabajo como enfermera fue en el área de oncología del Hospital de Clínicas. Eran pacientes terminales”, reveló.
“Y las vueltas de la vida me llevaron a estar de este otro lado", expresó con un dejo de tristeza. Aunque aclaró con inmediatez y un poco de humor: “Yo no soy paciente terminal”.
Con su relato y dulce voz denota que nada la detiene y es una verdadera guerrera que se preocupa y ocupa por su bienestar. “Mi familia y mi esposo son mi principal apoyo”, reconoció orgullosa.