Abandonado en barrio Acosta. Desvalijado. Le sacaron hasta las bombillas de las ópticas. Se llevaron la batería, dinero, las herramientas y hasta los neumáticos y las llantas traseras. Pero César Gabriel Maldonado sintió un alivio inmenso cuando le avisaron que su auto apareció.
“Que aparezca me salva la vida. Lo uso para trabajar. Hoy me sería imposible comprarme otro”, confesó el plomero. Su Fiat Uno había sido robado en pleno barrio Nueva Córdoba y a pesar de que le había pagado a una naranjita para que se lo cuide, a metros del Patio Olmos.
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El trabajador reveló que el vehículo apareció minutos después de que su denuncia se haga viral a través de ElDoce.tv. “Me llamó una mujer que vio la foto de mi auto para avisarme que estaba entre las calles Corrientes y Agustín Garzón”, relató.
Gabriel estaba desesperado por recuperar su elemento de trabajo. A pesar de todo lo que le robaron (dentro tenía 15 mil pesos que le había dado un cliente para comprar materiales), aseguró que sin el vehículo le sería muy difícil continuar con su actividad habitual: la movilidad para él es indispensable.
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Lo único que dejaron los delincuentes fue la documentación y algunos juegos de llave que el plomero tenía en su poder. Tras hallarlo dio aviso a la policía, que se lo retuvo para realizar los peritajes correspondientes.