“Me emociona enormemente la buena acción de todas las personas que me ayudaron, que pese a no conocerme actuaron generosa y solidariamente”. Con ese mensaje, Micaela Murúa agradeció y dio a conocer a El Doce lo ocurrido en las calles de Córdoba.
La joven iba camino a la facultad. Cuando subía al colectivo de la línea 43, sintió un pinchazo y fuerte dolor en su pierna. De inmediato se tocó y el alacrán también le picó la mano.
Entró en pánico y se largó a llorar desconsolada. Había sufrido una doble picadura y, por lo que vio, el escorpión era venenoso.
Foto ilustrativa.
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Un hombre que subió junto a ella le avisó de inmediato al chofer Daniel Miranda, que no dudó en detener la marcha de la unidad. Se bajó y junto con otros pasajeros comenzaron a buscar al arácnido, pero no lograron encontrarlo.
Ante tal situación el conductor decidió actuar como un servicio de emergencia y cambiar su recorrido para ir de inmediato al Hospital Rawson. Se lo comunicó a los vecinos que viajaban en el colectivo y la actitud fue ejemplar: no sólo lo apoyaron, sino que además asistieron y contuvieron a Micaela.
“No tenía ni crédito en mi celular para avisar y estaba llorando. Hay buenas personas, no pensé que podían hacer todo esto por mí”, contó la joven, ya fuera de peligro, en diálogo con Arriba Córdoba. Además destacó que el chofer se quedó a acompañarla mientras la atendían y se preocupó por su salud.
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El conductor del colectivo reconoció además la buena predisposición de la empresa para la cual trabaja, que le permitió dirigirse hasta el centro de salud. “Por suerte tuvo un final feliz”, dijo emocionado.